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Voy a calentar un poco más la pava. A la yerba la estiro otro poquito.

¡Mirá vos Coco, ni las ocho y media y el vidrio todo empañado de lo frío que está afuera! Para colmo estas cortinas que parecen de papel, con los años que tienen encima las pobres.

No me vas a decir que no se te parece. Miralo bien, el pelo, los rasgos, la mirada. A decir verdad, hasta ahí nomás Coco, porque este Tyrone Power siempre haciendo papeles de traidor que al final es traicionado y ya ahí no tendría nada que ver con vos. Si yo sé que lo admirás Coco, no entiendo por qué negás el parecido, se nota a simple vista. Me acuerdo la primera vez que te lo dije y me saliste con aquello solamente para hacerme mal ¿te acordas? De que preferías a la Harlow para parecerte. Ayy Coco... siempre tu cabeza loca diciendo esas cosas para hacerme mal. Regordeta y rubia no tenía nada de vos, solamente para hacerme poner mal decías esas cosas. Pero ahora ya pasó... ya no me pongo tan mal por todo eso que salía de tu cabeza loca.


Julio, 22:30 hs

Me parece Coco que vamos a tener que adelantar el horario de las cintas. Que este clima helado te perfora los huesos y los míos no están muy rellenos que digamos. A partir del lunes podríamos empezar a las siete, siete y media a más tardar ¿no te parece? Además nos toca empezar con todos los melodramas mexicanos que tanto te gustan. La verdad... me da un poco de miedo ver esas cintas. Que sé yo, a lo mejor por los recuerdos que pueden traer. Estaba quedando tan linda la casita de Cuernavaca con las plantas colgando de las paredes, los pisos tan blancos... y qué cocina Coco, qué cocina teníamos y tan poco pudimos cocinar...

Ya vuelvo. Quiero ver para afuera.

Mañana mismo te limpio el estante de caoba que el polvo que entra por esta ventana se parece al de Villegas. ¿Sabes una cosa Coco? Hace días que me estoy dando cuenta de algo... que cuando digo "Villegas" me parece como que no dijera nada, como que digo solamente un nombre, nada más. Hasta te diría que si digo... no sé... "Río" o... o a lo mejor "Cuernavaca" lo siento mucho más. Sé que suena extraño pero la verdad es que es así. "Villegas", "Villegas" y nada. En cambio "Río", me digo "Río" y ya empiezo a sentir ese olorcito a playa, a mar, a arena... Creo que no estoy siendo del todo sincera... si me digo "Cuernavaca" lo que en realidad se me acerca es olor a suero, olor a pasillos de hospital feo. Todo eso tan frío y que me hace temblar y a veces llorar con los ojos rojos. No te preocupes Coco, después de todo no lloro tanto. Conocí viejas de mi edad que lloraban el doble y por cosas de mucho menos valor.

Mañana mismo le paso la franela a esta caoba. Y al portarretrato también, por supuesto. Mirá qué lindo que estabas, qué joven y apuesto y qué lindos treinta años tenías Coco. No te ibas a creer que iba a poner una foto cualquiera al lado de tus restitos. Ahora que lo pienso creo que cada tanto debería cambiar la foto... así no me encariño tanto con una sola y después la humedad me la amarillenta y me pongo mal porque era la foto de siempre y la más querida. Mañana a la mañana te prometo que me dedico exclusivamente a limpiar todo este sector. También un poco de franela al escritorio y otro poco más prolijo a la máquina de escribir y por supuesto a esta urnita o cáliz que le llaman. Me parece que la porcelana de los buditas se está poniendo fea Coco, ¿no la ves un poco amarillenta por acá y por este otro lado? Estas espadas y estos abanicos japoneses creo que están bien todavía. Debe ser porque colgados en la pared el polvo no se les agarra tanto. El crucifijo mañana me lo llevo a la cocina y lo limpio sentada y con paciencia que creo va a quedar mejor de lo que está. ¿Adónde era que lo compraste Coco? Si mal no recuerdo creo que en una feria española o algo por el estilo. La verdad que la memoria me pone un poco insegura de las cosas.

Se me ocurrió algo Coco. ¿Y si volvemos a ver ese pedacito en el que Greta Garbo se está por morir y la carita de Robert Taylor se muere de dolor y nada puede hacer porque la enfermedad de ella es incurable y la cinta tiene que terminar? ¿Si lo vemos de nuevo, una última vez? Llorabas tanto con ese pedacito... como si lo vieras siempre por primera vez.


23:01 hs

Cómo me cuesta dormirme. Creo que la carita de Robert Taylor y la de ella moribunda no me las puedo sacar de la cabeza. Qué triste es ese pedacito, qué triste Coco...


Fines de julio 21:20 hs

Escuchá Coco, escuchá que anoche antes de acostarme lo escribí todo, todo el diálogo cuando él le dice a ella sobre el final que no le queda más remedio que abandonarla. Escuchá que te leo.

Esperá que no sé dónde dejé los anteojos de cerca.

Ahí va, a ver... dice él: "En este momento me siento un esclavo vil de mis sentimientos y un súbdito avergonzado de mi destino". Esto Coco cuando ella lo mira con esa cara que se desmaya porque él la va a dejar para probar fortuna en Oriente ¿te acordas? Ella lo mira entre las lágrimas y le dice: "Odio todo el coraje que no es capaz de asomarse en tu frente". Ella está triste, tristísima, y llora, pero a mí me parece que en realidad lo que quiere es insultarlo, gritarle y gritarle que se quede junto a ella. Porque lo quiere hacer sentir mal es que le sigue diciendo: "Eras demasiado joven cuando te conocí por primera vez y demasiado era tu arrojo en el amor". Y él abre los ojos como de sorpresa y no deja de acusar recibo pero igualmente se queda mudo y contiene las lágrimas. Ella sigue: "¡Ve, ve a explorar el Oriente y busca nuevas aventuras mientras no eres capaz de conquistar tus propios sentimientos!". Y ahí mismo toca a la puerta la nodriza de ella para avisar que lo vienen a buscar a él, que el barco sale en cuestión de minutos. Él se desespera y ella calla, calla para escuchar algo de la boca de él. Él entonces le dice: "Ojalá el tiempo sane tu rencor y vuelva a juntar nuestras manos que no debieron separarse". Ella estalla en llantos pero él le sigue diciendo: "Piensa que he muerto, que he muerto en una batalla feroz y que mi espíritu queda contigo para siempre, muy cerca, tan cerca y tan contigo que cada amanecer puedes dialogar con él y recordar la felicidad del amor". Ahí ella va a decir algo pero al final no dice nada y se seca el llanto con el pañuelo blanco de encaje y mira fijo a través de la ventana el mismo paisaje de siempre. Él se va hacia la puerta y antes de salir se detiene, gira y dice: "¡Recuerda, siempre estaré contigo, mañana mismo por la mañana nos contaremos nuestros sueños!". Y se va.