Llegado
a los setenta años, Somerset Maugham hace balance de su vida.
Nos habla del día de su cumpleaños y sus paseos por el
bosque, reflexiona sobre la vigencia que tendrá su obra en los
años venideros, de sus proyectos inacabados, del fin de su carrera,
de los viejos, de los jóvenes, de sus lecturas, siempre desde
el escepticismo y la ironía de un texto único, de una
gran belleza. Somerset Maugham se siente libre, siente una libertad
que sólo los años pueden dar... "Como el pájaro,
vuelo libremente"...