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P.D.: Volvamos a Lol V. Stein. A mi me daría un poco de miedo si de repente fuese Lol V. Stein, me daría un poco de miedo.

M.D.: Tendría miedo si fuese el amante. Ella no sabe que es así. Si usted fuese el amante, tendría algo que temer.

[Voz en off]: Protejámosnos nosotros. Volvamos a "El amante de la China del Norte". La joven de esta novela a la que Marguerite Duras llama "la niña" es un personaje autobiográfico. No obstante, sigue siendo un personaje. Por ello me ha llamado la atención esta frase sacada de "La vida material": "Lo que no he dicho es que todas las mujeres de mis libros, sea cual sea su edad, derivan de Lol V. Stein". De esta frase podría desprenderse que Lol V. Stein es más que un personaje. Es una tentación, por ejemplo. La pregunta ya ha sido realizada. Recuérdelo:

Marguerite Duras: Llamemos a las cosas por su nombre. Permanencia del luto que he llevado toda mi vida por no ser Lol V. Stein. Por tener que concebir el tema y escribirlo, decirlo, sin haberlo vivido nunca.

[...]

Marguerite Duras: Lo novedoso de Lol V. Stein es que penetra en algún rincón de una literatura que nunca había abordado. Que me es a la vez necesaria y desconocida. No estoy muy segura de mi en lo referente a Lol V. Stein.

Pierre Dumayet: La pregunta que trataba de hacerle es, y no me refería a la escritura sino por ejemplo al tema del libro, ¿cual es la vivencia que aparece en el libro?

M.D.: ¿De quién? ¿Del amante?

P.D.: ¿Había tenido esa vivencia?

M.D.: Sí, totalmente. Fue mi... Mi entorno, mi vivencia personal. No hay nada de autobiográfico en los otros libros.

P.D.: Sí, pero...

M.D.: En este, sí.

P.D.: ¿Hay algún momento en que la madre de Lol V. Stein, aunque aparezca pocas veces esté caracterizada de manera que nos recuerda a la madre de la niña en...

M.D.: ¿En "Dique contra el Pacífico"?

P.D.: Y en "El amante de la China del Norte".

M.D.: Me he olvidado de la madre. ¿Está en el baile?

P.D.: Es un poco alocada.

M.D.: ¿Está en el baile?

P.D.: Sí.

M.D.: También estaba ella en el baile.

P.D.: Sí.

M.D.: Cuando muere la pequeña. Ella grita, es indecente, sí. Los gritos de la madre son...

P.D.: Sí, al leerlo ya se ve.

M.D.: Es vulgar. Es el fango. El fango del sentimiento.

P.D.: Es decir que... Hay algún parecido entre las madres y las hijas, ¿no?

M.D.: Sí. Sí, ha tenido que decirlo usted.

P.D.: Pero, ¿me equivoco o no?

M.D.: No. No, pero yo no lo había visto. Para mi son libros herméticos. Me refiero a esos dos. Entre "El amante" y "El amante de la China del Norte" hay un parentesco deseado, buscado, y sin ningún esfuerzo, además.

[...]