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En 1.964, tras la aparición de Lola V. Stein, Paul Seban filmó una entrevista a la escritora. Marguerite Duras deseaba volver a ver esa entrevista. [Pierre Dumayet y Marguerite Duras, miran una televisión pequeña, en blanco y negro, en la que se reproduce la citada entrevista llevada a cabo en 1.964 por Paul Seban].

Pierre Dumayet: ¿En qué estado se encontraba cuando empezó a escribir este libro?

Marguerite Duras: Había estado muy enferma y hacía mucho que no escribía.

P.D.: ¿Enferma de qué?

M.D.: Sobre todo, por no beber nada de alcohol. Mi enfermedad estaba relacionada con eso, y era la primera vez que escribía sin nada de alcohol.

P.D.: ¿Fue muy diferente?

M.D.: Sí, fue muy duro.

P.D.: ¿Muy duro?

M.D.: Muy duro.

P.D.: ¿Se sentía usted diferente?

M.D.: Bueno, siempre es duro escribir, pero entonces tenía más miedo. Mucho más miedo que de costumbre.

P.D.: ¿Tenía miedo de escribir mal?

M.D.: Tenía miedo de escribir cualquier cosa.

P.D.: ¿No tenía ningún otro temor?

M.D.: No.

P.D.: ¿Cuando se imaginó o se encontró por primera vez al personaje de Lol V. Stein?

M.D.: La vi en un baile. En un baile de Navidad. En un manicomio de los alrededores de París.

P.D.: ¿Un baile organizado por el mismo manicomio?

M.D.: Sí, en el manicomio. Después pedí permiso para verla y así lo hice una vez, durante mucho tiempo.

P.D.: ¿Como estuvo ella durante el baile?

M.D.: Como un autómata. Me llamó la atención porque era hermosa e intacta, físicamente. Normalmente los enfermos están muy marcados, pero ella no.

P.D.: ¿Qué edad tenía?

M.D.: Treinta años. Pero parecía muy joven.

P.D.: ¿Y ese baile le inspiró la historia?

M.D.: El baile y el encuentro con ella. Intenté hacerle hablar durante mucho tiempo, casi todo un día. Nunca habló. Mejor dicho, habló como todo el mundo. Con una extraordinaria y notable banalidad. Ella pensó que yo era médico y habló para que creyese que era como todos los demás. Y si me lo permite, cuanto más lo hacía, más singular me parecía. Fue impresionante.

P.D.: ¿Y ese tema que empezaba por la locura, en aquel momento, en el que usted se veía privada del alcohol, no le originó otros miedos además del que ha comentado? Es decir, el de escribir mal o de otra manera.

M.D.: Un poco. Un poco.

P.D.: ¿Qué quiere decir?

M.D.: De hecho, sin el alcohol, la locura me era cada vez más familiar. Esa locura me era más familiar de lo que había sido antes.

P.D.: ¿No tuvo miedo de identificarse demasiado con ella?

M.D.: No.

P.D.: ¿No? La historia comienza así: "Lol conoció a Michael Richardson a los 19 años, durante unas vacaciones, una mañana, en el tenis. Él tenía 25 años. Era el único hijo de unos terratenientes de T. Beach". ¿Eso está en Francia?

M.D.: No, está en Inglaterra.