Amamos a Georges Bataille por motivos seguramente inconfesables (por desconocidos): un programa de la radio francesa quizás, unas imágenes, alguna fotografía, algunos libros, sus palabras. Y sin embargo hemos establecido con él una relación obsesiva... y como todas nuestras obsesiones tenía que acabar aquí, en las páginas de Tijeretazos [Postriziny].

Este breve ensayo, vertiginoso, poblado de cosas maravillosas, de pequeñas sorpresas, como una caja de música, quizás se trate de eso... De nuevo, el sol. Como ya hicimos con D.H. Lawrence... Volvemos a él... Y si en aquella ocasión agradeciamos a Sonia revelarnos aquel relato, en esta se lo dedicamos...