[9/12]

Explicar el personaje de Vogler puede resultar un tanto complejo, pero al final es posible llegar a descubrir qué le ocurre. Vogler es una actriz aterrorizada que dejó a su hijo porque era feo y había nacido mal (surge aquí, de algún modo la relación entre madre e hijo, aunque no la lleguemos a ver, relación muy semejante a la de Ingrid Bergman y su hija Elena en "Sonata de Otoño", por ejemplo). Descubrimos la hipocresía que la acompaña, ya que la situación contrasta con aquella en la que se encontraba sola en su habitación del hospital, mientras se llevaba las manos a la boca, asustada por esas imágenes que veía en la televisión. Este momento llama la atención si sabemos que había abandonado a su hijo ya que no lo quería. Se asusta y aterroriza de lo que ve en la televisión y luego es capaz de rechazar a su hijo de ese modo. Es el polo opuesto al de Alma en este sentido, porque ya comentamos lo que pensaba Alma acerca de cuando tuviese su hijo en el monólogo citado anteriormente. Ella daba por sentado que lo cuidaría y criaría sola, sin ayuda de su marido. Vogler, sin embargo no. Ella lo despreció y no lo quiso. Aquí es donde Bergman derrumba uno de esos tópicos edificados en torno a las mujeres, es decir termina por rechazar la idea de que todas las mujeres pueden llegar a tener ese instinto maternal hacia sus hijos.

Todo esto lo sabemos a través de una conversación que Bergman narra como a nadie se le habría ocurrido hacer. En vez de recurrir al plano-contraplano y de este modo caer en la posible pérdida de gestos de la actriz que recibe la réplica, filma la conversación dos veces, desde dos puntos de vista. En primer lugar, habla Alma y vemos el rostro de Vogler. En segundo lugar, oímos de nuevo todo lo que dice Alma, pero ahora viéndola a ella.

La sensación de desconcierto que adquiere la película en muchos momentos y, sobre todo, la sensación de claustrofobia desprendida de esa casa, llegan a causar por momentos terror. Da la sensación de estar viendo una película perteneciente a un género distinto al que creíamos estar asistiendo al principio de la misma.

"Persona" está llena de momentos inexplicables. Ese en que el marido de Vogler llega a casa y habla, en presencia de ella, con Alma. No sabemos qué pasa. La escena tal y como está planteada llega a ser de las más desconcertantes. Los rostros. Los primeros planos. Las conversaciones. El tema tan punzante que tratan. El marido habla con Alma. Parece como si creyese que es Vogler. Alma termina por seguirle el juego. Es el recurso que utiliza Bergman para hacernos ver el modo en que Alma llega a conocer el pasado de la actriz. O el momento en que Alma quiere echar a Vogler un cazo hirviendo y ésta termina por gritar, hecho que llegamos a ver.

En el fondo, "Persona" trata uno de los problemas esenciales a los que nos enfrentamos los seres humanos. Se trata de la dualidad a la que estamos sometidos. Porque las personas somos duales, no hay una persona que pueda llegar a sobrevivir sin comunicarse con nadie. No hay alguien que pueda aislarse por completo de la realidad. De la vida. La frase que abre el comentario sobre esta película, ("Tu refugio no está bien cerrado, la vida se filtra por él por todas partes"), creo que resume con exactitud esta idea.